Es hora de hacer una apuesta definitiva. Esta mañana descubría en Mashable la nueva aplicación de Esquire para el tablet de Apple. Más allá de mi devoción personal a esta publicación, me parece un buen primer ejemplo (el mejor que yo he visto hasta la fecha) de lo que realmente significa tener una aplicación en iPad para un medio. No es cuestión de volcar la revista en imágenes, sino concebir tu contenido para un nuevo entorno. No es cuestión de pensar primero en la revista de papel y luego en pequeños parches que la hagan un poco más interactiva en iPad no conseguimos nada. Necesitamos generar un proceso paralelo en que el contenido, pese a tener una base común, pueda adecuarse a ambos formatos, aprovechando lo máximo de cada uno de ellos.
Un paso más allá vamos con NewSSlate, que podemos ver un poco más de cerca en eCuaderno. En esta tableta flexible, el contenido deja, por fin, de pensarse según el entorno, sino que el dispositivo es el que se adecúa a la información, tal y como remarca el propio José Luis Orihuela: «Me resulta muy sugerente la idea de una plataforma que se ajusta al contenido pues representa el cambio de un paradigma que ha condicionado a toda la comunicación pública desde la imprenta hasta nuestros días». Aunque sólo sea un prototipo, nos da sobre lo que pensar en los próximos tiempos.
Dos ejemplos de cómo van a ir evolucionando los medios y cómo necesitamos cada vez más profesionales de la información que tienen un doble reto. Ahora, además de hacer buen contenido, que no es que sea norma general en nuestros días, los periodistas deben saber cuál es la mejor manera de contarla, ya sea aprovechando las nuevas oportunidades de cada dispositivo o con el horizonte abierto de un momento en que el contenido sea el que mande sobre el continente. Como dijo un gran filósofo: ¡Hasta el infinito… Y más allá!