“He aquí dónde y en qué se demuestra si se es o no periodista: evidenciando actividad, ingenio y perspicacia, cualidades que no dan los cursos de una carrera, suponiendo que la de periodista pudiera cursarse y hasta que fuese tal carrera. Nada más adentrarse en este oficio, muchos periodistas caen en la tentación de creer que ya lo saben todo, y son vencidos por el espejismo de la sapiencia absoluta. Por eso se encierran en las redacciones a decirle cosas al Gobierno y a dirigir la opinión, tarea mucho más cómoda que la de registrar los latidos de esa misma opinión”. Rafael Mainar. 1.906
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