Soy un enamorado del periodismo local. Mi corta experiencia como periodista se ha desarrollado en este campo y es un espacio al que nunca he escondido que me gustaría volver. Una sección que en demasiadas ocasiones se considera menor dentro de un medio pero que me parece totalmente clave. Uno de los espacios en que el nexo entre periodista y ciudadanos debe ser más estrecho y en que se aprende cómo luchar la información, cómo cuidar las fuentes y cómo construir grandes artículos con historias pequeñas, pero no por ello menos importantes.
Para mí, el éxito de un medio local es el estar en el centro de la vida de la ciudad. Ser el punto en el que la gente se da cita para informarse y el lugar al que acuden los ciudadanos para querer informar. Un logro que está consiguiendo BTV Notícies. La sección informativa de la televisión municipal de Barcelona, que ya presenté cuando hablé de su cobertura del #neubcn, abre su redacción a la gente gracias, en gran parte a Internet en general y a Twitter en particular.
Un factor que me confirmó hace unos días Rafel Luján, director de BTVNotícies.cat, en la presentación de la nueva temporada del canal, a la que me invitaron. Así, me comentaba sorprendido como se había dado el caso de avisos de ciudadanos a través Twitter sobre sucesos o acontecimientos que, posteriormente, trataban de contrastar desde la redacción con las autoridades, organizaciones o instituciones, que aún no tenían constancia del hecho y recibían del medio los primeros detalles sobre el mismo. Una confirmación de cómo cada vez más gente siente el medio como el canal oficial de la información de la ciudad (al menos dentro de la twittesfera) y que les ayuda a llegar a muchos sitios antes que nadie. Así, gracias a este tipo de acciones, una televisión modesta y con menos recursos que tantas otras puede plantar cara a cualquiera dentro de su campo de acción.
Nadie habla de periodismo ciudadano. No se les pide a las personas que pasean por Barcelona ser parte del medio. No hay etiquetas. Nadie habla de formar una red abierta de corresponsales. Todos estos clichés se difuminan en mitad de una relación abierta, sincera y de productiva reciprocidad entre medio y ciudadano. Todo un ejemplo para darnos cuenta que necesitamos más medios abiertos para ciudades dinámicas.