Lo sé, ¿cómo va a hablar este tipo (yo) de un Congreso que se pasó de un lado a otro y en el que no pudo escuchar dos mesas seguidas? Pues porque hablar sí que hablé con los asistentes (muestra de cómo terminó mi voz) y porque lo que sí he visto es mucho «ponente pajillero» por el escenario.
No, ninguno dio un espectáculo poco propio de este foro y más de salones de cine para adultos y que nadie grabó. Con este apelativo cariñoso me refiero a esos que vienen a venderme lo bonito que es su medio y lo mucho que debemos comprarlo para que se cumpla su precioso modelo de negocio. Ya lo dijo Juanlu, para hablar de modelos de negocios no hemos ido allí, queremos que se hable de periodismo.
No, no quiero el típico centro de congresos, quiero una construcción 2.0. Un espacio más democrático, en que hubiese más espacios comunes, en la que la conversación fluyese por sí sola. Ya lo dijo JJ, hay que pensar en una nueva arquitectura para los Congresos.
No, no quiero aburrirme quiero menos ponencias y más talleres y charlas. Lo más interesante del Congreso vino cuando se le dio voz a los de abajo y se sacaban argumentos novedosos y frescos a través del descaro de las pantallas de Twitter. Ya lo dijo Cesar (gracias, gracias y gracias), triunfaron los talleres, y Pablo, necesitamos nuevos congresos para los nuevos entornos participativos.
No, no quiero «Congresos escaparates» para que los viejos medios nos den visibilidad. Aún hay un carácter muy institucional y en el que aparecen personas que no tienen nada que decir pero que están allí, además de para hablar de su libro y practicar el onanismo, para dar caché a un cartel que hubiese sido mejor con otras personas, de perfil públicamente más bajo, pero con más cosas que decir. Ya lo dijo José Antonio, había mucha gente metida «ahí con calzador, y que poco tenían que ver con la temática».
No, esto no es un resumen de lo que pasó allí. Para eso ya estaba Daze y su «gracias y hasta siempre«. Y es que, como también lo dijo José Antonio, la cobertura informativa del Congreso se merece un 10. Yo sólo puse las piezas sobre el tablero, luego ellos fueron los que hicieron un trabajo enorme. Gracias, de verdad y de corazón, al ENORME TRABAJO de Daze (eres un gran tío, encantado de haberte desvirtualizado), Charlie (gracias por darme cobijo en Madrid y por eso gran conversación), Borja (un «pofesional» como la copa de un pino y rápido como ninguno), Alicia y Silvia (las tuiteras más dicharacheras), Pablo y Jesú (Que lo mismo te sirven para grabarte un video que para escribirte un post a cuatro manos).
Sí, lo mejor han sido las personas. Ya lo dijo Laura o Alicia. Y sí, los Príncipes no se abrirían un blog, pero fue muy positivo hablar (de verdad) un rato con ambos, tal y como ya dijo Marilín. Los pasillos triunfaron,
Bonus track: Para conclusiones, las de Javier Monstruo Barrera (me encantó desvirtualizarte tío), el decálogo de 233 grados, el análisis de Borja o la contracrónica de Silvia.
Encantado yo también. Espero vernos algún otro día. Sigue trabajando, amigo, porque tú vales mucho. Saludos desde Madrid.
Gracias por todo 😉
A ver si me acerco pronto por allí o vienes tu al Media Lab el mes que viene 😉
casi que ya habrá que ir pensando en los 3.0!
Cualquier cosa con tal de alejarnos del modelo estático actual y abrirlo a la participación de todos 😉