Yo todavía no existía aquel 28 de octubre de 1982, tenía -4 años, pero he vivido en una casa felipista desde siempre. Es una figura con la que he convivido, he crecido, recuerdo desde bien niño y que me resulta totalmente familiar. Pese a no vivir ningún año de madurez intelectual bajo su mandato, será para mí el Señor Presidente, como le llamó Gabilondo.
Le recuerdo hoy con esta portada, le recordaba el viernes viendo la entrevista que le hacían en Cuatro, le recordaré también, aunque le guste menos, leyendo la entrevista de Público a Alfonso Guerra, y le recordaré, sin duda, como un gran Presidente del Gobierno.
Pues eso, que viéndolo hoy, 25 años no son nada para él ni para lo que aún hoy representa.