Los periódicos españoles, salvo excepcionales y agradables ocasiones, se caracterizan por tener portadas anodinas. Sí, te haces una idea de los contenidos que lleva ese libreto de papel de un vistazo, pero no te sorprenden ni te seducen. Malgastan un espacio con mayor libertad y enorme valor con el que jugar y atraer al lector a la vez que lo informan.
Ni los deportivos, que son más dados a unir portada y contraportada en días de oro y copas. Siempre con una enorme querencia a mostrar al combinado o al individuo en el manido momento de alzar el premio a su gesta.
Por eso amo esta portada de The Times. Aunque sea algo superpuesto que esconde la portada -anodina- que muchos esperan. Porque emplea el doble espacio para informar a la vez que atrae al lector. Porque, como la mayoría de británicos, han olvidado por un rato que Murray es escocés. Porque si hacía 77 años que el All England Club no veía a un compatriota levantar ese trofeo, la noticia también eran los aficionados y su agradecimiento hacia el que les ha hecho ver la luz. Porque el último en hacer lo propio sobre esta hierba fue Fred Perry, que antes de hacer polos fue tenista. Porque, como bien dijo él mismo y recuerda The Times en su portada, «I didn’t aspire to be a good sport; ‘champion’ was good enough for me». Los deportes de caballeros son grandiosos. Para mi, más aún cuando los retrata un buen periodismo.