El Huffington Post ha cumplido un año. Y parece que fue ayer. Lo sé, muchos no sois lo que viene siendo fans del invento. El modelo informativo de este medio da para lo que da, algún buen post artículo de su blogosfera lista de expertos, gurús y celébrities y algún destello entre sus «característicos» contenidos propios.
La manera de informar de El HuffPost
Soy consciente de eso, pero no le quito a este medio el valor que muchos le negáis. Sí, no dan la información exclusiva y el análisis de El Diario ni tienen la calidad literaria de Jot Down, pero su manera de contar las cosas es digna de mención. Sí, antes de que empecéis a criticarme, debo retratarme, soy de esos que defienden a Buzzfeed.
Pueden (y deben) ir más allá
Por ello, mi crítica en este aniversario no va con su línea editorial, sino en que no hayan dado pasos más allá. Si ponemos como piedra de toque los medios patrios, han ido lejísimos, pero las referencias hay que buscarlas fuera. Eso sí, con cuidado, que a veces lo innovador y lo vacuo -o, incluso, lo sensacionalista- pueden confundirse.
Las 12 cosas que El HuffPost ha aprendido en este año
El caso es que, para conmemorar esta cita, Delia Rodríguez, su redactora jefe, ha hecho un listado de las cosas que ha aprendido este año su redacción. Sí, hay alguna perogrullada -que tire la primera piedra el que no las escribe cuando se pone a metaperiodismodear-, pero hay puntos que más de uno debería tatuarse a fuego.
Sus reflexiones en torno a la obsesión de no ser prescindibles para sus lectores; explorar formatos diferentes, para ofrecer cada pieza con la estructura que más le corresponda; o no tener miedo a utilizar un enfoque llamativo a la hora de informar. Y cito 3 por no sacar la lista entera, que para eso mejor la leéis directamente.
Lo dicho, no soy lector habitual de El HuffPost y echo de menos que vayan un poco más allá, pero hay que felicitar una redacción que aguanta un año. Especialmente si son de los pocos que tratan de hacer las cosas de manera diferente.