¿Me estoy volviendo un puritano retrógrado? No lo sé, aunque esa no es la cuestión. Esta mañana, cuando cogí el típico 20 Minutos mañanero por las calles de Murcia, me he sorprendido. En la portada aparecía una modelo de la Pasarela Cibeles vestida con un atrevido vestido que dejaba al descubierto uno de sus pechos.
Mi sorpresa no viene motivada por el miedo al efecto que el visionado de esa teta pueda provocar en la mente de nadie, ni mucho menos a esos seres indefensos que llaman niños. Una teta en la portada de un periódico no va a crear violadores ni a crear trastornos mentales en la mente de nadie.
Apoyo el discurso que dio Arsenio Escolar, el director del periódico, cuando, tras suprimir los anuncios de contactos, fue calificado de «hipócritas, tontos, acomplejados, discriminadores, demagogos, ilusos, reprimidos, censores, meapilas, mojigatos… y ¡hasta fascistas!»:
El sexo es uno de los grandes motores del comportamiento humano y una de nuestras mayores fuentes de satisfacción personal. No hay nada vergonzoso en ese impulso, nada reprochable, y es lógico que todo lo que tenga que ver con el sexo interese al público y nos ocupemos de ello algunos periódicos: de san Valentín al viagra, de unos cuerpos bellos a un nuevo juguete sexual, de unas nuevas modas sociales a una estadística sobre las prácticas más comunes entre la población
Y que esa decisión estaba provocada por la lucha contra lo que se esconde tras esos anuncios:
El sexo de pago es otra cosa. Oculta en la mayoría de las ocasiones una situación de injusta explotación humana, casi una esclavitud, todo un abuso de la voluntad y del cuerpo de la mitad de las personas que la practican. Cuando la semana pasada decidimos suprimir de nuestras páginas los anuncios de prostitución, lo que realmente decidimos en 20 minutos fue no fomentar estas situaciones con nuestros anuncios y, sobre todo, no lucrarnos con ellas, no aprovecharnos de ellas.
Lo que no entiendo es la teta en la portada. Me gustaría saber la razón por la que se colocó. No sé, quizás me equivoque y esa instantánea está colocada en la primera página del diario por alguna otra cosa, pero lo considero una forma fácil de ganar un puñado de lectores en un diario de información general como 20 Minutos. Esta opinión no quiere decir que considere que no sea una práctica lícita, pero sí demasiado poco imaginativa y chabacana.
Considero que si lo que quería era ilustrar lo atrevido de los diseños presentados el día anterior en Cibeles, se podría haber utilizado un plano mucho más amplio en el que se notaría lo arriesgado del escote en particular y del vestido en general sin tener que mostrar la teta en ese jugoso y vendible primer plano.
Quizás cada día que pasa me vuelvo más raro y no sea para tanto, pero no creo que sea la manera más adecuada de conseguir audiencia, al igual que no considero demasiado correcto determinado contestador para dejar perversiones sexuales en este mismo diario (está claro, el sexo vende).
Y es que la sabiduría popular es eso, sabia, tiran más dos tetas que dos carretas… bueno, en este caso, una.