El Corte Inglés y lo que los medios (que dependen de la publicidad) no se atreven a decir

Mira que me lo ha dicho veces uno de mis mejores amigos, ex-trabajador de El Corte Inglés: “El día que empiecen a sacar todo lo que hay dentro de esa empresa…”. Pero claro, siempre se ha dicho, a los medios no les interesa perder al anunciante más importante de todo el país. Se trata de un asunto que ha salido totalmente de nuestras fronteras y  que empecé a escuchar después de un artículo publicado por Pau hace un tiempo en Bottup.

Ahora, con una TVE libre de publicidad, hemos podido escuchar en un medio generalista un poco de la historia que nadie quiere sacar en cámara, imprimir en papel o ocupar en un módulo de una web. Lo comenta José A. Pérez, al que conoceréis más como Mi Mesa Cojea. De él copio esta columna, que escribió para Público pero el diario prefirió no imprimir. Ojo, que no es que le hayan censurado, pues en su acuerdo de colaboración él puede mandar lo que quiera y Público finalmente sacar lo que prefiera (aunque me gustaría saber si esta es la primera vez que le dice que no o ya ha pasado anteriormente).

Mordaza

«Podías ascender, pero tenías que pensar en ti y no en los demás. Tenías que demostrar que ibas a ser un hombre de empresa, lo que entonces se llamaba un hombre corti. Y eso suponía muchas veces estar dispuesto a acuchillar al que tenías al lado.» Lo cuenta Francisco Andujar, empleado jubilado del más famoso grupo de distribución de España. Planos más tarde, Javier Cuartas, autor de «Biografía de El Corte Inglés» se queja de que el grupo se hizo con las 20.000 copias impresas de su ensayo, lo que impidió que se comercializara en librerías. Poco después, la voz en off del reportaje  se refiere a «la historia de El Corte Inglés» como un «tema tabú».

Todo esto se vio y se escuchó en el Telediario de TVE1 el domingo 10 de enero. Quizá pasara desapercibido para la mayoría, pero, a día de hoy, ese reportaje de 3 minutos es la más rotunda demostración del nuevo modelo de televisión pública. El Corte Inglés ya no es tabú en TVE porque el ente ya no depende de su publicidad. Un pequeño paso para la libertad de expresión, pero un gran paso para el Telediario. Nuestra televisión pública lleva más de medio siglo amordazada, primero por los políticos y luego por los grandes anunciantes. El 10 de enero la mordaza de aflojó un poco, y TVE susurró, por primera vez, con entera libertad.

Ya era hora.

Eso sí, desconozco el criterio editorial que utilizaron para no hacerlo, y digo editorial porque me gustaría pensar que no fue publicitario, ya que creo que se trata de un hecho noticiable y que bien vale una columna. ¿No os parece?

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